Es el nombre con el que ha sido publicada la autobiografía
de la ex Primera Dama y ex secretaria de Estado en el primer periodo de la
actual administración de los Estados Unidos, Hilary Clinton, quien se vislumbra
como una potencial candidata por el partido Demócrata a la Presidencia, en las
próximas elecciones.
Algunas de las expresiones están siendo utilizadas por
políticos como el Senador ultra conservador y un apasionado anti castrista, con
la bandera del partido Republicano, por el Estado de Florida, ya que en una
parte del libro aparece la recomendación al Presidente Barak Obama, para poner
fin al embargo a Cuba, ya que según su criterio, esto solo ha servido para que
Fidel y ahora Raúl Castro, se mantengan en el poder en esa isla caribeña.
Independientemente de una simpatía o antipatía hacia la
administración Cubana, es necesario reconocer que no se ha conseguido nada con el
dichoso embargo en 50 años, y que el Senador de 43 años recién cumplidos el
pasado 28 de mayo, que nació y creció en Miami con ese sentimiento se odio, que
le nubla la razón, pues todos sabemos que “si algo no funciona para lo que
pretendemos, es necesario el cambio de estrategia”, pero en un Estado con un
alto índice de disidentes políticos y residentes de personajes con nefastas
historias en países Latinoamericanos con mucho poder económico que indujeron a
los estrangulamientos sociales de los pueblos, (política económica Republicana,
y colonialista), son los que los auspician y el Senador Rubio se debe a ellos
que lo financian como los ex banqueros ecuatorianos.
Consúltese al pueblo estadounidense y veremos que ganaría el
alto al embargo, sin embargo las guerras, sean armadas o sin estas, siempre
serán negocio para algunos políticos conservadores, es por lo que aunque en
privado hemos escuchado a representantes de ambos partidos en el Congreso de
Estados Unidos, coincidir con la tesis de levantar el embargo, los negocios se
imponen entre una mayoría y los temores a las reelecciones en sus respectivos
distritos, ósea, tienen miedo a arriesgar y enfrentar a una prensa influyente y
consolidada en el conservadorismo, es por ello que rápidamente fue publicada
por un medio ecuatoriano con estrechos lazos con ese poder del ala conservadora
del partido Republicano.
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