Lo sucedido la semana pasada en el respaldo de los militares
en servicio pasivo a militares que están siendo encausados por una acusación de
delitos de lesa humanidad, lo podemos ver como un acto de solidaridad a los
compañeros, pero lo curioso es que quienes presidieron esa reunión, fueron
civiles, políticos que hacen oposición a la administración actual, que han sido
parte del pasado.
Co esta presencia y en su afán de figuración politiquera,
nos demuestran que la ley les vale poco, aunque algunos se rasgan
vestiduras reclamando derechos, en este
caso les niegan los mismos a personas que no coinciden ideológicamente en
política con ellos, por lo que no sería
raro que muy pronto los delincuentes formen movimientos también de oposición,
porque asi encontrarían el respaldo de estos salvadores de la patria.
La ley no tiene sentimientos, se representa con la figura de
la mujer y una balanza, que siguen procesos que deben ser analizados por
entendidos en las materias legales y jurídicas, por eso algunas personas
estudian y se titulan como abogados, para usar ese conocimiento en defensa o
acusación, pero como ellos están acostumbrados que fiscales y jueces actúen
luego del llamado telefónico del león, piensan que ello era normal y politiqueramente
demuestran su ausencia de principios de justicia.
La corte, los jueces son los que dictaminaran si las
denuncias son válidas, veraces, y con pruebas suficientes para absolver o
responsabilizar de delitos a las personas, no somos los ciudadanos comunes,
menos los políticos con intereses en decir si son o no inocentes. Esta es una
muestra más de la calidad moral de algunos que se han perpetuado en la carrera
política, que añoran un poder de atropello a los ciudadanos comunes, cuando su
responsabilidad es exigir a los reguladores de justicia, desde la misma
prevención hasta los sancionadores, fortalecer para que exista calidad,
conocimiento de los procedimientos, pero claro, eso no interesa, mas es poder
obtener unos votos para ellos seguir viviendo de los fondos públicos.
Siempre sostendremos que solo el Estado de Derecho, nos
puede brindar y garantizar igualdad, en la convivencia de los colectivos. Puede
ser que queden rezagos de las viejas prácticas, porque son personas criadas con
una cultura que estos políticos tratan de perennizar en colonialismo local, que
impide la evolución natural, mucho más los cambios radicales que se requiere
para el desarrollo y progreso del Ecuador.
Es por ello que vemos
algunos políticos sentenciados por delitos comunes, que dicen ser perseguidos
por el gobierno, que nacionalidades como la Sarayacu, apuestan a una nueva
interpretación de la división territorial, entonces esos agentes del orden,
sean kaki, blancos, verdes o blanco y azul, pronto dirán que también son perseguidos
políticos, aunque se los haya encontrado con las “manos en la masa”, esos 312
policías que han sido separados por diferentes causas que demuestran no ser
buenos elementos, los veremos cómo victimas del gobierno.
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